Saber negociar es muy importante en la vida, lo haces todo el tiempo y quizá hasta es una acción que realizas de manera inconsciente: negocias con tus hijos, amigos, pareja y compañeros de trabajo. Pero cuando se trata de una situación laboral, el miedo al rechazo te frena para conseguir tus objetivos, como puede ser pedir un aumento salarial.
No importa el tipo de negociación que quieras realizar, siempre es importante que sepas el valor de aquello que estás negociando y pienses bien cómo puedes ser más asertiva a la hora de expresarlo.
1. Escribe
Siéntate y planea tu negociación, escribe y detalla lo que piensas que mereces mencionando con exactitud lo que quieres y por qué.
2. Busca las incongruencias o puntos débiles de tu propuesta
Encuentra los errores en tus argumentos antes de que alguien más lo haga por ti. Corrígelos y siéntete más tranquila al momento de hablar.
3. Separa el autoestima del valor neto
Diferencia lo que necesitas que te paguen y lo que eres como persona. Es importante informarte sobre cuál es tu valor en el mercado y qué tan valioso eres para un empleador.
Puedes averiguar en Payscale cuánto vale lo que estás haciendo.
4. Practica lo que predicas
Practica tu discurso como si lo estuvieras diciendo en frente de tu jefe, hazlo con seguridad, muéstrate convencida dando los argumentos adecuados.
5. Humildad y respeto
Estas dos palabras son la base de todo, recuerda que la persona con la que estás negociando también tiene un presupuesto. Entiende su situación y la tuya para llegar a un acuerdo de manera cordial.
6. Los empleadores quieren verte negociar
Los empleadores están motivando a las mujeres jóvenes a negociar. Es normal estar nerviosa, pero nunca debes dejar de visualizar lo que quieres.
7. Ponte metas
Si visualizas tus objetivos tendrás claro cada paso que des y te asegurarás de cumplir el ritmo de tus planes y no decepcionar a nadie.
8. No te van a despedir por negociar
Puede que tengas una gran discusión o que aquello que pidas no se tome de la mejor manera, pero no pueden despedirte por negociar lo que piensas que mereces y menos si lo dices asertivamente.
9. Negociar es un proceso
Puede que tu jefe no te de todo lo que le pides, pero en diversas ocasiones pueden llegar a un acuerdo en el que alguna de las dos partes renuncien a algo para obtener lo que están buscando.