La Mujer emprendedora del siglo XXI

El mundo reacciona entre entusiasmo y asombro al desarrollo que genera un nuevo paradigma, la mujer emprendedora.
El rol femenino se nutre desde comienzos de nuestro siglo con la participación activa de la mujer en el mundo de los negocios y su rol en el orden social. Además de las características ya atribuidas a él, la creación y manutención de una vida.

México es uno de los países que marcha a la vanguardia Latinoamericana en materia de participación femenina al momento de otorgarle un papel preponderante en el mundo de los negocios.
Si bien la importante tasa de graduación universitaria (aproximadamente 70%), le otorga capacitación adecuada para ubicarse en puestos de liderazgo, el toque de frescura e inteligencia impregnado de tenacidad y esfuerzo, propios de la mujer a través de su historia, no es ajeno a la característica natural de emprendedora.

México no escapa a la realidad de los países en desarrollo, donde la poca visibilidad de las mujeres con un marco social inclusivo pueda hacer de su participación un accionar destacable.
La mujer mexicana percibe que es su momento y hace de su aporte un valor activo. No solo un motor de crecimiento, también un acompañamiento necesario al hombre para la elaboración conjunta de todo lo que contribuya a la modernización y adecuación del mundo en el que vivimos.

El reclamo a nivel mundial de la mujer para que se tenga en cuenta su capacidad de desarrollo en el mundo, no es el resultado de una sublevación a su condición de postergada. Es un movimiento inexorable e inevitable que avanza despacio pero sin pausa, hacia una participación conjunta en la unión de las cualidades masculinas y femeninas en busca del bien común.

El diccionario enciclopédico caracteriza a la persona emprendedora, como aquella capaz de obtener un rédito tanto económico como emocional para obtener una ganancia, sin eludir los riesgos.
La definición no hace más que enaltecer y jerarquizar a la mujer del siglo XXI que hoy aparece en escena, no como un cambio novedoso sino como un ejemplo a seguir. La mujer mexicana no es ajena a ésta realidad.

*Horacio Héctor Colombo es Licenciado en Ciencias para la familia y Orientación familiar.