Mamás: másters en logística

“La única logística que no superamos es la de una madre”, sería un buen slogan para una campaña del Día de las Madres de una empresa de logística como UPS o DHL.

Por Regina Moctezuma

Desde que me convertí en mamá hace poco más de tres años, me he vuelto una máster en logística. Constantemente estoy planeando rutas, calculando tiempos, armando un plan B para todas las actividad -por si surge algo inesperado-. Mientras armo todos los escenarios posibles, imagino cómo se dibujan en mi cerebro trazos y conexiones en una especie de mapa interactivo como de película. La satisfacción de que todo salga como lo imagimé es indescriptible y me doy palmaditas en la espalda cuando logro reacomodar las piezas ante algo inesperado.

Mis tableros logísticos del diario son al menos cuatro: el de mamá, el de profesionista, el de esposa y el de ama de casa, y están interconectados. Cada decisión en un tablero, afecta o modifica los otros tres, así que la cosa no es sencilla y puede implicar un alto nivel de estrés.

Lo que más me ha costado de ser mamá es no ser dueña de mi tiempo, pero como dice mi madre, son etapas y se pasan volando. Entre mayor capacidad tengamos para adaptarnos y disfrutar las distintas etapas, más bella será nuestra vida. La maternidad me ha enseñado a soltar el control de mi propia vida para compartirla con ese pedacito de mí que me dice “mamá”. No es fácil. Y todos los días vivo algún dilema o frustración, pero también una gran satisfacción y ese sentimiento supera cualquier otro.

Eso sí, si no tuviera a mi propia maestra de logística estaría perdida. Gracias Má por guiarme, apapacharme y sacudirme cuando me pongo necia. Gracias porque con tu ejemplo y amor intento todos los días ser la mejor madre para mis hijas.

(Si alguna marca desea utilizar el slogan, favor de pagar los derechos a esta humilde madre).

“Life doesn’t come with a manual, it comes with a mother”.